El primer juego solo para adultos y de terror en Kinect, un "survival horror" desarrollado en exclusiva para este periférico y de la mano de Sega, lo que a priori suena interesante. Cuando aparecieron las primeras imágenes no parecía muy deslumbrante gráficamente, y los vídeos daban a entender que sería un juego de acción en primera persona sobre raíles, pero todas estas apreciaciones eran incorrectas. A menos de un mes para su lanzamiento y en la Gamescom que se está celebrando en Colonia hemos podido ver cómo es realmente Rise of Nightmares, y lo cierto es que nos ha sorprendido gratamente.
Si en otras presentaciones, como en el E3, se centraron en mostrar el sistema de combate y cómo nos encargaremos de los enemigos, en esta ocasión nos han mostrado el inicio del juego, y han hecho hincapié en que tendrá una historia elaborada y con momentos de exploración, algo de lo que podemos dar fe. Inspirado por Silent Hill, Resident Evil e incluso la literatura de Clive Barker, según nos dijeron, es uno de estos pastiches que solo pueden salir de las mentes japonesas, que nos recuerda incluso al excéntrico e incomprendido Deadly Premonition.
Comenzamos viendo a nuestro protagonista en un tren, ya que se encuentra de viaje por Europa junto a su mujer. De manera un tanto absurda se le cae una petaca del bolsillo que descubre su esposa, y le echa la bronca ya que al parecer había tenido problemas en el pasado con el alcohol, que se supone había resuelto. Esta se enfada y abandona el vagón, momento en el que da comienzo la aventura.
Recalcan de manera muy clara desde el principio que no se trata de un juego sobre raíles, algo que mucha gente piensa, posiblemente porque no se habían explicado bien. Nosotros exploramos el entorno a nuestro antojo como si de un juego normal en primera persona se tratara, aunque claro, con la peculiaridad de hacerlo solo moviendo nuestro cuerpo sin un mando entre las manos. Para avanzar tenemos que adelantar una pierna y dejarla en esa posición, para ir para hacia atrás lo contrario, retrasar una pierna, y si queremos mover la cámara hacia los lados tenemos que girar ligeramente nuestro tronco, de manera muy sutil.
Pero también si queremos podemos dejar que el personaje se mueva solo. Esto se consigue levantando el brazo derecho y el juego toma el control y nos lleva de frente sin que tengamos que adelantar la pierna. Por tanto se podría decir que no es sobre raíles, pero si queremos sí, una mezcla que no está mal, ya que en una partida larga a lo mejor en ciertos momentos prefieres que el personaje avance solo, y en cambio para explorar el entorno con detenimiento y buscar cosas será mejor que tú tomes el control, por lo que es una buena mezcla –voluntaria- y nos parece un acierto.
Con las manos interaccionamos con el entorno, pero primero tocando en una indicación visual, como si de una aventura gráfica se tratará. Por ejemplo para abrir las puertas tenemos que tocar el icono que se encuentra en el pomo, y una vez hecho esto tenemos que hacer el gesto de abrirla. Hay muchos movimientos contextuales como vimos en esta demo. Por ejemplo al llegar al baño el protagonista necesita aclararse la cara con agua, y tenemos que hacer ese gesto real. Acto seguido te miras en el espejo y no eres tú, lo que ves es un monstruo, un susto y un recurso que parece abundará a lo largo de la aventura.
Puedes coger documentos, interaccionar con diversos objetos, en la práctica se trata de una aventura de terror de las de siempre, pero con la enorme particularidad de jugarse son Kinect, del que se ha hecho uno de los usos más ingeniosos y trabajados que hemos visto hasta ahora. Parece que hemos tenido que esperar casi un año desde que saliera para ver los primeros juegos tradicionales adaptados a su peculiar control, lejos de lo que ha dominado hasta ahora con juegos musicales y de pruebas deportivas.
Seguimos explorando el tren y en cada uno de los vagones se encuentran personajes de lo más variopinto. Por ejemplo unas bailarinas rusas en el pasillo, que están haciendo unos estiramientos y nos tenemos que agachar para pasar por debajo de sus piernas. Unos jóvenes que están montando una "rave" y que mencionan a Ibiza, también unos soldados, vamos, no falta nadie. Los personajes cuentan con unos modelados que no están nada mal y son muy expresivos, además la imagen tiene un granulado de películas antigua que ayuda a ambientar mejor esta especie de película de serie B y le sienta muy bien.
Te cruzas con el revisor, y tienes que hacer el gesto de enseñarle el billete del tren, una misteriosa adivina te echa las cartas, y tienes que elegir una haciendo el gesto de girarla, te topas con un tipo con prisa, y tienes que dar un paso a un lado para apartarte, parece que el juego estará lleno de diversos momentos en los que tienes que hacer gestos reales. Al final llegas a un vagón y de repente contra la ventanita de la puerta aparece un cadáver ensangrentado. Dentro este vagón está salpicado de sangre por todas partes, una exageración que deja claro al público al que va dirigido, para mayores de 18 años. De hecho nos dijeron que desgraciadamente dado su contenido no va a poder salir a la venta en el mercado alemán.
Un misterioso tipo con una máscara de metal tiene a nuestra esposa en sus brazos, aparece la policía y con un enorme tentáculo atraviesa a unos de ellos, y finalmente huye. Vamos tras él y desaparece, con unos misteriosos tipos de traje al fondo, y acto seguido el tren empieza a zarandearse descarrilando, acabando aquí esta parte de la demostración. Luego nos enseñaron un momento más avanzado del juego, y estamos en una especie de exterior de un castillo con algunos de los supervivientes del accidente del tren. Estos irán "cayendo" a lo largo del desarrollo, un clásico de las películas de terror, y parece que sus muertes serán bastante peculiares y cruentas. Mientras hablamos con las bailarinas rusas escuchamos un enorme gruñido, y como valientes que somos nos vamos en su busca, entrando por una puerta y bajando unas escaleras hacia un sótano.
Encontramos un arcaico laboratorio con varios cuerpos tumbados, y cuando nos acercamos a interactuar con uno de ellos este se levanta de golpe y nos ataca, teniendo que apartarlo haciendo un gesto con las manos, como si lo empujáramos. Antes de esto habíamos roto una caja de madera de una patada –este gesto también se puede utilizar para abrir puertas-, y dentro de ella había un puño americano, la única arma que vimos en acción en esta demo, aunque habrá muchas otras armas blancas como cuchillos y machetes e incluso nos dijeron habrá hechizos.
Con los brazos damos puñetazos al aire y si nos queremos cubrir tendremos que cruzarlos a la altura del pecho. Vamos destrozando a golpes a una serie de zombis y no dejan de sorprendernos algunos de los movimientos que nos obligan a hacer delante de Kinect, como cuando nos tiran un vómito a la pantalla cubriéndola, lo que nos obliga a hacer un gesto de limpiarnos la cara. También nos topamos con una trampa, que nos lanza unas flechas y rápidamente tenemos que agacharnos para que no nos alcancen.
La aventura durará unas 10 horas y pese a lo que parecía en un principio, un juego de acción en primera persona sobre raíles, ha resultado ser una aventura de acción y terror con libertad para movernos a nuestro antojo. Su estética de película de serie B, su extraño argumento con mucho humor negro -se agradece que no se tome demasiado en serio-, los variados y numerosos usos que hace de Kinect, unos gráficos que no son tan malos como parecían, nos ha sorprendido, y ya tenemos ganas de echarle el guante a la versión completa para ver qué nos depara, y si lo que funciona en una corta demo en varias horas se mantiene. Al menos hay valorar su valentía, por apostar siendo el primer juego solo para adultos de Kinect, y encima parece que está muy trabajado, dejándonos con ganas de adentrarnos en su peculiar y sangriento mundo de terror.
No tendréis que esperar demasiado tiempo para leer su análisis aquí en Vandal, ya que saldrá a la venta el 9 de septiembre, pero quienes tengan Kinect y estén deseando ver algo distinto, cansados de tanto bailar en frente de él, no deberían perder de vista este curioso título. Esperemos que abra la veda y sea el primero de otros muchos juegos para Kinect que arriesguen y hagan un uso distinto de él, en un género como la aventura, ya que en este casi su primer año no han sido muy originales las propuestas. No sabemos cómo será finalmente Rise of Nightmares, pero de momento es de elogiar su apuesta total por los infinitos usos del periférico de Microsoft.